La terapia de regreso al inicio consiste en un método de recodificar nuestro ADN personal, en reprogramar nuestra mente. En concreto, la terapia afecta a la evolución equilibrada de nuestra propia existencia.
¿Para qué se usa esta terapia?
La terapia de regreso al inicio se emplea para resolver problemas como miedos (ya sean ocultos o conscientes), vivencias traumáticas (tales como accidentes, enfermedades, traumas, abusos, relaciones sociales o amorosas tóxicas, etc.)…
¿En qué consiste el proceso?
Esta terapia se hace con un objeto llamado radiestesia (es decir, un péndulo) y gráficos e imágenes. Para que la terapia funcione, es necesario conectar la cadencia del péndulo con un identificador fácilmente reconocible por el usuario. Normalmente, el nombre y la fecha de nacimiento.
La terapia permite identificar nuestros chakras dañados o bloqueados (centros energéticos) y reprogramarlos a los chakras sanos de nuestra infancia, cuando todavía estaban vírgenes y sin infecciones.
¿Qué se pretende conseguir con este proceso?
La finalidad es conectar al individuo con su Yo Superior. Con ello se logra corregir los bloqueos que cualquier persona puede sufrir a lo largo de su ser. Solo de este modo es posible que cada uno de nosotros alcance un estado de tranquilidad, equilibrio y alegría óptimo para vivir en paz.
Todo el mundo alberga una serie de creencias erróneas fijadas en su interior. Es normal que con el paso de la vida y de las vivencias y las experiencias vitales tengamos bloqueos que nos impidan desarrollar una vida plena. De ahí la necesidad y la conveniencia de que todo el mundo se plantee someterse a la terapia de regreso al inicio.
La terapia culmina en la conversación del individuo a ser consciente de sus energías y el dominio total de su persona. Debe completarse con una vida saludable, una alimentación sana, sin excesos. La unión lleva a tener una vida sostenible.
Créditos imágenes: Bernard Custard