Ya estamos en las fechas más festivas del año, en las que las reuniones familiares son los principales reclamos y casi todo gira en torno a la comida. En Navidad, llegan los platos tradicionales y también es tiempo de preparaciones novedosas y menús de fiesta. Por suerte, los veganos no tienen por qué quedarse sin ellos, ya que hay alternativas para una vida saludable y llena de sabor y espíritu de fiesta, también en Navidad.
El veganismo dispone de un amplísimo surtido de productos para satisfacer sus necesidades. Ropa y artículos orgánicos, cosmética natural y un inmenso catálogo de ingredientes con el que experimentar en la cocina. Seguramente, querrás probar algún interesante y sabroso nuevo plato. Pero quizá el reto más grande de estas fechas sea reunir a gente de intereses dispares, con gustos y formas de vida diferentes, y que dichas reuniones familiares sean un éxito, divertidas y memorables para todos. ¿Te suena?
Son dilemas que tienen los anfitriones no veganos cuando invitan a veganos a sus hogares y quieren que estén cómodos. Pero, sin duda, es también un divertido reto para los veganos, que procuran una vida sostenible con una alimentación sana y tienen que recibir a la familia y convencer a sus miembros de que los mitos sobre la comida vegana son eso, puros mitos. El reto es que, al acabar, la abuela se convenza de que no hace falta besugo en Nochebuena, el cuñado no eche de menos los langostinos o el padre de familia comprenda que es posible disfrutar sin jamón serrano.
Muchos ya lo sabemos: la vida sostenible desarrollada en torno a principios de respeto, conciencia y alimentación con agricultura ecológica no es sinónimo de vida aburrida ni comida triste. Podemos comer alimentos llenos de vida, vibrantes, sabrosos y sorprendentes y ser también respetuosos con el medio ambiente. La Navidad es la ocasión ideal para demostrar todos esos valores a la familia no vegana y, al mismo tiempo, de que los veganos puedan disfrutar, como todo el mundo, con recetas exquisitas.
Por ejemplo, es muy sencillo convertir los clásicos dulces navideños en versiones veganas. Sin necesidad de utilizar lácteos, huevos o manteca, podemos hacer a nuestro gusto polvorones, mantecados, mazapanes, turrones y otras chucherías navideñas. Si ya, de por sí, es poco común encontrar una casa donde se cocinen los propios dulces (aunque es una tendencia al alza), más aún lo será ofrecer a nuestros invitados las versiones veganas.
No hace falta que un vegano interesado en los placeres de la mesa tenga que pensar demasiado a la hora de encontrar aperitivos y entrantes elegantes, sabrosos y sanos para un menú navideño: desde un picoteo con pastas tipo hummus y canapés de patés orgánicos caseros hasta las diferentes opciones de ensaladas originales. No podemos olvidar las sopas calentitas, reconfortantes en tiempos de frío.
En el universo de las ensaladas, sopas y cremas, existen muchísimos puntos de contacto entre el mundo vegano y convencional, de modo que es una manera de acertar con nuestros invitados que no lo tienen muy claro.
La cena navideña suele construirse en torno a un plato estrella exuberante, vistoso y contundente (pavo relleno, besugo, cordero?). El concepto de plato fuerte lo podemos incorporar a nuestro menú navideño vegano con proteínas en forma de seitán (gluten de trigo), soja texturizada o tofu. Productos moldeables de los que, convenientemente aderezados, obtenemos platos realmente deliciosos y que no tienen nada que envidiar a los de carne animal.
Así que ya lo sabes. Tanto si eres un vegano con experiencia como un novato con curiosidad, tanto si es para convencidos como para un grupo de gustos heterogéneo, investiga, inspírate en Internet y saborea las recetas sostenibles que ahora también se visten de fiesta.
Créditos imágenes: Marko Poplasen, istetiana, Voyagerix